Cómo le cambié la batería a mi Mac con hilo dental y una cucharita de helado

Juanjo Conti
4 min readMay 5, 2020

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Origen

Hace unos siete u ocho años empecé a trabajar para una startup londinense. Era mi primer trabajo remoto para el exterior y para aceptarlo había renunciado a un empleo estable de cuatro años, con recibo de sueldo y obra social. Tenía miedo de que antes del mes se dieran cuenta de que no era tan bueno como pensaban y me despidieran. Por eso, cuando me dijeron que me darían una notebook sin costo con la condición de que me quede con ellos por lo menos seis meses, me tranquilicé bastante.

Podía elegir la notebook que quisiera, cualquiera del mercado. ¿Cuál tenés vos?, le pregunté a mi jefe. Él tenía una Macbook Pro de Apple, una máquina de unos dos mil dólares. Quiero esa, le dije, aunque había sido usuario de Linux y computadoras genéricas por casi quince años. Un mes más tarde, la recibí.

Cómo se suele decir en las calles de la tecnología, la máquina “salió buena”. Tenía 16 GB de memoria RAM, una pantalla de 15 pulgadas con alta densidad de píxeles y un procesador que hacía parecer cualquier operación instantánea. Pasó el tiempo y la cantidad de memoria RAM sigue siendo más de lo que traen muchas notebooks. La pantalla se gastó un poco y los programas son más pesados. Pero el principal problema que tiene, como toda notebook, es la batería, su principal insumo.

El problema

Hace algunos meses empecé a notar que la tapa de la notebook no cerraba correctamente. Luego de bajarla para irme a dormir (nunca la apago), quedaba una luz de medio centímetro, como la boca de un robot, apenas abierta para sonreír. Ignoré el problema mientras pude, pero hace unos días, al tener más tiempo libre, diagnostiqué y confirmé que si bien la batería no había alcanzado el número máximo de mil ciclos de recarga, requería ser cambiada.

Al vivir en una ciudad (y un país) sin Apple Store y en tiempos de cuarentena, la alternativa fue comprar una batería de repuesto en internet y cambiarla yo mismo. En este punto, Apple pierde en comparación con otras empresas. En sus orígenes, liderada técnicamente por Steve Wozniak, la empresa tenía un perfil hacker-friendly y sus primeras máquinas utilizaban componentes genéricos y disponía de muchos puertos estándar para hacerlas interoperables con equipos de otras empresas. Esto se acabó cuando Steve Jobs definió el concepto que quería para sus productos y hasta pidió tornillos propietarios (es decir que podían quitarse solo con un destornillador provisto por Apple) para evitar que los usuarios desmonten sus equipos. ¡Como comprar un auto y que no se pueda abrir el capot!

Esas restricciones se fueron flexibilizando con el tiempo (y las demandas del mercado), pero algunas aún persisten. Por ejemplo, en mi notebook (en los iPhones es aún peor) es muy complicado reemplazar la batería. Lo que en dispositivos de otras empresas es un proceso sencillo, para mi equipo en particular, consiste en cincuenta y cinco pasos que incluyen desarmar la máquina y desmontar prácticamente todos los componentes electrónicos (placa WiFi, parlantes, touchpad, etc…) con el objetivo de poder acceder a la batería (que está fuertemente pegada a la base) para finalmente reemplazarla.

La solución

Cómo será de complejo el procedimiento (este y otros) que hay una empresa cuyo principal negocio es vender kits para realizar distintas tareas de mantenimiento a los equipos de Apple. En particular, el kit para reemplazar mi batería incluye guantes, lentes protectores, espátulas, destornilladores y una sustancia química etiquetada como “removedor de adhesivos”. Se advierte que este líquido puede dañar los componentes electrónicos y es por eso que en los pasos previos se nos pide prácticamente quitar todo.

Hay tutoriales alternativos en los que, para evitar desmontar toda la circuitería, se sugiere utilizar una pistola de calor para despegar la batería pero… ¡hay que desmontar la pantalla para que no se dañe el display!

Sabiéndome bastante inútil para las tareas manuales, seguí buscando en internet si alguien había encontrado una forma más simple de cambiar la batería, alguien que haya hackeado a los hackers de Apple. “Es más divertido hacerse pirata que unirse a la marina”, rezaba uno de los mantras de Apple, acuñado por Steve Jobs.

Así fue que di con el video de un hindú en el que, munido de hilo encerado, después de solo sacarle la tapa a la máquina, desconectar la batería y retirar los dos tornillos que la sujeta a la carcasa, logra despegar la batería con ingenio y mucha maña.

Resulta que el pegamento de Apple es extremadamente resistente a una fuerza ejercida en forma perpendicular hacia arriba, aunque no tanto si se lo ataca de costado. El hilo, que tiene 1mm de diámetro, puede colarse por debajo de la batería y cortar el pegamento. Uno de los comentarios del video decía que el hilo dental doblado en cuatro también funcionaba. Usé eso que era lo que tenía.

¿Y la cucharita de helado? La batería está compuesta por seis módulos. Una vez despegados los dos de cada costado con el hilo dental, los dos del centro son más difíciles de despegar (tal vez porque no están pegados contra el aluminio de la carcasa, sino contra la parte de atrás del touchpad). Como ahora tenemos espacio, podemos usar la cuchara de plástico para socavar el pegamento antes de volver a intentar con el hilo.

El resto fue aprovechar que había abierto la máquina y limpiarle la tierra acumulada por años, colocar la nueva batería, conectarla, fijarla con los dos tornillos que había sacado y volver a colocar la tapa. Listo, la computadora volvió a encender sin problemas y me puse a escribir este texto.

Disclaimer

Lamento si debido al título, el lector incauto esperaba leer un tutorial detallado y en su lugar se encontró conjeturas sobre técnica, ética y estética en la fabricación de notebooks. Y de yapa, una mímesis de la bíblica historia de David contra Goliat. A veces es el tema el que lo elige a uno.

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Juanjo Conti
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Written by Juanjo Conti

Information Systems Engineer from Santa Fe, Argentina. Amateur writer.

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